Desempleo juvenil, financiación de las pymes y unión bancaria son las cuestiones que el presidente, con el respaldo del Congreso, llevó a Bruselas, al Consejo Europeo. Hoy ha mostrado su satisfacción porque esos tres asuntos se han incorporado a la agenda europea.
Esto ha permitido ir más allá de señalar una determinada postura ante un Consejo Europeo: «Hemos logrado definir una política española en Europa que contempla no sólo la defensa de nuestros intereses, sino nuestra manera de entender la integración europea».
Como consecuencia de esto, el presidente se ha mostrado orgulloso de representar en Bruselas y ante el Consejo Europeo, a un país que sabe abrir, en medio de sus discrepancias, un paréntesis de entendimiento para defender mejor, en el seno de la Unión Europea, el futuro y el bienestar de todos los españoles.
Además, esta postura ha permitido afrontar las negociaciones en el Consejo Europeo seno de la UE de la forma más eficaz posible, según Rajoy, que es «aquella que consigue que las prioridades de un país se conviertan en prioridades, también, para el conjunto de la Unión», la que introduce en la agenda comunitaria los asuntos que más acucian a un Estado concreto.
Asuntos centrales en la agenda europea
En este sentido, el presidente ha destacado la importancia de que las negociaciones y los principales avances concretados en el Consejo Europeo se hayan centrado en los tres asuntos «que eran esenciales para España y los españoles: el desempleo juvenil, la financiación de las pymes y la unión bancaria».
Ha añadido que Europa es una construcción hecha «por y para los ciudadanos, un proyecto que debe atender a los intereses reales y tangibles de la sociedad. Y ahora mismo, lo que más necesita la gente son medidas urgentes y efectivas para estimular la creación de empleo y la financiación de las empresas».
Respecto al impulso de la financiación, Mariano Rajoy ha explicado las medidas puestas sobre la mesa del Consejo Europeo, a propuesta de España, para lograr una mayor implicación del Banco Europeo de Inversiones, así como el desarrollo de fuentes alternativas de financiación. En cuanto a la lucha contra el desempleo juvenil, ha recordado que España recibirá 2.000 millones de euros en los dos próximos años y que los fondos del Marco Financiero Plurianual que no se utilicen entre 2014 y 2017 se dedicarán a este fin.
A ello se añaden otras decisiones de este Consejo Europeo, como la creación del plan Erasmus+ para favorecer la formación profesional transfronteriza, el programa Eures para la movilidad laboral, una alianza para la formación de calidad de aprendices y un importante acuerdo con el Parlamento Europeo para promover el reconocimiento mutuo de cualificaciones profesionales en toda la Unión, entre otras cuestiones.
En el ámbito de la unión bancaria, el presidente ha señalado que en otoño de 2014 estará listo el mecanismo único de supervisión que asegurará la estabilidad del sector financiero y antes de fin de año se dispondrá de la directiva de rescate de entidades y de garantía de depósitos.
Avances necesarios, pero no suficientes
El presidente del Gobierno considera que, con el respaldo de todos, se está cumpliendo el objetivo de que España y la UE avancen con una agenda que incluye «medidas concretas para abordar problemas reales». Gracias a ello, si hace año y medio de lo único que se hablaba era de ajustes y consolidación fiscal, «ahora se habla también de desempleo, de terminar con la fragmentación bancaria o de buscar nuevos canales para la financiación de las pymes».
Sin embargo, no es suficiente: «Puede, y debe, hacerse mucho más y más rápido, porque el ritmo europeo es, a veces, demasiado lento». Según ha explicado, desde que se establece la prioridad política hasta que se acuerda un texto legislativo y hasta que, más tarde, la medida llega a los ciudadanos «a veces transcurre demasiado tiempo».
Por eso ha abogado por «continuar con nuestros propios esfuerzos», sea cual sea el ritmo de las decisiones en Europa. En su opinión, la tarea de corrección de desequilibrios que estamos llevando a cabo en España «sería mucho más llevadera y productiva si las decisiones de la Unión se aplicaran con más rapidez», pero en cualquier caso el Gobierno seguirá adelante con sus actuaciones «para estar mejor preparados el día que, en el conjunto de la Unión Europea, se disipe la niebla de la recesión económica».
Fuente: Moncloa, martes 2 de julio de 2013.